SUMARIO
1. ¿Qué es la ira?
2. Finalidad de la ira
3. Respuesta fisiológica de la ira
4. Experiencia subjetiva: ¿cómo se siente la ira?
5. Evalúa si eres una persona con una ira elevada
6. Las consecuencias: el coste que pago por la ira
7. Mitos sobre la ira
8. ¿Qué puedo hacer con mi ira?

 

 

¿Qué es la ira?

Es una emoción que se desencadena de forma automática ante situaciones en que nos sentimos amenazados, o ante aquello que impide conseguir la satisfacción de un deseo o necesidad.

Finalidad de la ira

  • FUNCIÓN ADAPTATIVA
      • Nos prepara para la acción movilizando recursos para luchar y hacer frente a una amenaza física real. También la ira sirve como estrategia que ayuda a reducir el estrés o como forma de responder a situaciones que percibimos que nos amenazan de alguna forma, aunque en sí mismas no representen un verdadero peligro para nuestra existencia.
      • Permite relacionarnos con los que nos rodean al facilitar el establecimiento de límites adecuados y la resistencia ante presiones amenazantes, pero también puede inhibir o persuadir al otro mediante una demostración de fuerza. De esta manera muchos conflictos se resuelven mediante la sumisión ante la persona airada, lo que permite evitar la lucha y sus posibles consecuencias
  • DESADAPTATIVA
    La ira puede ser también desadaptativa cuando se dispara continuamente, porque se asocia a multitud de situaciones internas o externas, reales o percibidas como amenazantes y esto nos trae importantes consecuencias negativas.

Respuesta fisiológica de la ira

La ira se desencadena ante situaciones internas o externas como producto de nuestra evaluación de esos acontecimientos y produce inmediatamente en nuestro organismo una serie de cambios fisiológicos que nos ponen a punto para luchar o atacar.
La función de estos cambios fisiologicos es proporcionar y mantener altos niveles de energía.

    • Cambios hormonales: Niveles elevados de epinefrina, norepinefrina, cortisol y testosterona en hombres.
    • Se libera glucosa para proporcionar energía al organismo.
    • Estimulación del sistema simpático.
    • Desvío de la sangre al corazón, los pulmones y los músculos.
    • Se eleva la presión sanguínea.
    • Se incrementa la tasa cardiaca y el ritmo respiratorio.
    • Se dilatan las pupilas.
    • Activación del sistema nervioso central.

    Experiencia subjetiva: ¿cómo se siente la ira?

    La ira se relaciona con otras muchas emociones por ejemplo la irritación, el enfado , el enojo, la indignación, la rabia, la cólera, la furia, la hostilidad…
    Se establece así un continuo en donde cada persona tendrá una experiencia o percepción subjetiva a la hora de catalogar, matizar y etiquetar esta emoción, de acuerdo con la percepción de urgencia de la amenaza y la intensidad de las sensaciones experimentadas.

    Evalúa si eres una persona con una ira elevada

    Contesta sí o no las preguntas que hay a continuación. Si el nº de contestaciones SÍ es elevado y/o la intensidad es alta, planteate el coste que ello te produce.

    1. ¿Te enfadan frecuentemente cosas como?
    • Sentir falta de respeto.
    • Que nos quieran controlar o nos obliguen a hacer algo contra nuestra voluntad.
    • Cuando sientes malestar físico y/o psicológico (ansiedad, depresión ,impotencia, frustración…).
    • El que ganen los demás.
    • Que quieran llevar razón cuando no la llevan.
    • Sensación de injusticia y necesidad de hacer justicia.
    1.  
    2. ¿Tienes frecuentemente pensamientos como éstos?
    • Los demás deberían comportarse de forma distinta a como lo hacen, deben ser agradecidos, deben pedir perdón, se debería dar cuenta…
      No lo soporto que sea como son…
    • No hay justicia, no hay derecho.
    • La gente es mala, hacen daño y tiene que pagar por ello.
    • Llevo la razón y tengo que poner las cosas en su sitio.
    • Me quieren controlar y no lo voy a consentir.
    • Los demás tienen la culpa de lo que me pasa.
    • No puedo soportarlo, es superior a mí.
    • Debes enfadarte para que los demás reaccionen.

         3. ¿Cuando te enfadas haces o dices cosas como éstas?

    • Elevar el tono de voz, gritar…
    • Exigir, ordenar…
    • Amenazar, chantajear…
    • Insultar.
    • Crítica destructiva, ridiculizar, despreciar…
    • No respetar al otro.
    • Romper objetos.

         4. ¿Cómo de enfadado te sueles sentir? (Siendo 0 poco enfado y 100 mucho enfado).

    Las consecuencias: el coste que pago por la ira

    Aunque la ira sea una respuesta emocional que en algunos casos es adaptativa al cumplir alguna de las dos funciones antes mencionadas, no siempre lo es.
    A corto plazo, las consecuencias que se obtienen con la ira son positivas ya que con ella se puede enfrentar una amenaza física y/o emocional, se produce una descarga emocional y se pueden conseguir muchos objetivos.
    Sin embargo, a largo plazo y dada la cantidad de situaciones que pueden disparar esta respuesta, podemos tener serias consecuencias negativas.
    Así podemos tener costes tanto a nivel fisiológico como a nivel personal e interpersonal.

    Costes fisiológicos
    • Disminución de las defensas del organismo (el cortisol debilita el sistema inmunológico).
    • Incremento de los depósitos grasos en las arterias (al tener menos sangre a disposición, el hígado es menos eficiente para purificar la sangre de colesterol, potenciando así la arteriosclerosis).
    • Hipertensión.
    • Problemas cardiacos(producidos por la presión sanguínea elevada).
    • Trastornos digestivos.
    • Dolores de cabeza.
    Costes personales
    • Baja autoestima.
    • Sentimientos de culpa.
    • Pierde oportunidades.
    • No consigue objetivos.
    • Sentimientos de aislamiento y soledad.
    • Sentimientos de frustración e infelicidad.
    • Las situaciones nos desbordan y nos descontrolan sin que nosotros seamos capaces de manejarlas adecuadamente.
    Costes interpersonales
    • Rompe las relaciones.
    • Crea resentimiento y sentimientos negativos hacia nosotros.
    • Puede producir reacciones de hostilidad en el otro.
    • Viola los derechos de los demás produciendo en el otro malestar y sufrimiento.
    • Conflictos en diversas áreas vitales (laborales, familiares…).
    •  

      Mitos sobre la ira

      Debemos tener cuidado con las creencias justificadoras de la ira, ya que permiten que la perpetuemos a pesar de las consecuencias negativas que sufrimos cuando su disparo no resulta adaptativo.

      • Creer que es necesaria para poner las cosas en su sitio.
        Aunque a veces consigue poner límites a los demás, la conducta de la ira no
        ayuda a entendernos con los demás ni a resolver los problemas.
        Por el contrario está demostrado que este tipo de reacciones, en muchas ocasiones, produce reacciones similares de ira en las otras personas, o incluso aunque éstas se inhiban, al final se genera resentimiento y rechazo hacia la persona airada.
        Lo único que conseguimos con ella en muchos casos es pagar importantes consecuencias negativas: físicas, ruptura de relaciones con los demás, frustración, sentimientos de culpa…, y nuevos intentos de resolver la situación con más ira y más consecuencias negativas.
      • Creer que es algo determinado bioquímicamente y que no tenemos control sobre ella.
        Es cierto que se produce un secuestro emocional inicial pero la respuesta externa y las interpretaciones que hacemos están mediadas por el aprendizaje y por tanto podemos aprender a interpretar y reaccionar de forma diferente mediante el autocontrol.
      • Creer que es malo reprimirla.
        Cuanto más reaccionemos con ira ante los acontecimientos y más la expresemos sin intentar canalizarla de otra manera, más airadas aprenderemos a ser y más se nos disparará esta respuesta perpetuándose como forma de respuesta emocional.
      •   

      ¿Qué puedo hacer con mi ira?

      Te ofrecemos unos consejos prácticos que te pueden ayudar. No obstante a veces será necesario una intervención especializada para disminuir la intensidad y/o la frecuencia del disparo de esta emoción.

      1. OBSÉRVATE Y TOMA CONCIENCIA
        • Conoce las situaciones ante las que reacionas con ira.
        • Reexamina tu actuación.
      2. DURANTE
        • Aprende a detectar las señales del propio cuerpo y a cuantificar tu estado de tesión de 0 a 100 para luego intentar reducirla.
          • Nota lo que ocurre en tu cuerpo (tensión muscular, palpitaciones, rubor…). Utiliza estas señales como recordatorio de que estás experimentando esta emoción y que quieres autocontrolarte.
        • Da tiempo al cerebro para que se recupere de su activación inicial.
          • Cuenta hasta 10.
          • Guíate mediante autoinstrucciones.
          • Respira profundamente, intenta relajarte, repítete mentalmente la palabra calma.
          • Si es necesario abandona la situación explicando que no quieres descontrolarte y que lo aclararéis cuando estés más calmado.
          • Realiza actividades distractoras, o que impliquen actividad física.
          • Imaginate a ti mismo resolviendo la situación sin agresividad.
          • Intenta el autodominio cuando antes pero si no lo consigues sigue intentándolo.
        • Cuestiónate la interpretación que haces de la situación. Ponte en el punto de vista del otro. Utiliza un pensamiento alternativo. Pregúntate sobre si es tan grave la situación o si merece la pena tomarlo así
          • Deberías, sentimiento de injusticia, necesidad de aprobación… Ejemplo: me siento injustamente tratado: ¿Debería tratarme con respeto siempre?, ¿por eso es malo y merece ser castigado…?
          • Sea o no realista tu interpretación no tiene sentido juzgar si su comportamiento es bueno o malo, pero sí intentar comprender porqué lo hace.
          • “Me gustaria que me tratara de otra manera pero el mundo ni las personas son como nos gustarían y cada uno nos movemos por nuestras necesidades…”
      3. DESPUÉS
        • No le des más vueltas.
        • Resuelve el problema con habilidad.
        • Habilidades de comunicación, búsqueda de soluciones eficaces.