La emoción es una respuesta, en general, breve, intensa e inmediata relacionada con la atracción, repulsa, defensa, etc. ante las situaciones, personas u objetos con los que nos relacionamos. Se moviliza más por nuestros deseos y necesidades que por nuestra razón.
Si la situación parece favorecer su supervivencia, experimenta una emoción positiva (alegría, satisfacción, deseo, paz, etc.) y si no, experimenta una emoción negativa (tristeza, desilusión, pena, angustia, etc.).
Somos criaturas que sentimos, que experimentamos afecto, atracción, rechazo o indiferencia hacia nosotros mismos y hacia los demás o hacia el mundo que nos rodea.
- Nuestra capacidad para dejarnos afectar por los acontecimientos que vivimos está muy vinculada a nuestra sensibilidad (capacidad sensorial para percibirlos) y a nuestra razón (capacidad para interpretarlas) y a nuestra historia personal.
- Parecen existir unas predisposiciones innatas a sentir y reaccionar afectivamente de una determinada manera (por ejemplo la tendencia a responder fría o apasionadamente ante los eventos), pero en el ser humano tiene una gran importancia lo que aprendemos a sentir en el curso de nuestra vida. Aprendemos a disfrutar, a amar, a sufrir, a estar alegres, a sentir dolor…
- Tanto lo que pensamos como lo que sentimos o hacemos ante las distintas situaciones podemos aprender a modificarlo si creemos que es conveniente.
- No es fácil cambiar nuestras emociones, sentimientos o estados de ánimo directamente, pero sí podemos conseguirlo cambiando nuestros pensamientos o nuestras conductas.
¿Para que sirven las emociones?
Es el sistema universal más importante que tenemos para informar a los otros de lo que nos sucede – Paul Eckman.
Es el sistema universal más importante que tenemos para informar a los otros de lo que nos sucede – Paul Eckman.
Sirven para comunicarnos y compartir con los demás.
Los organismos vivos disponen del mecanismo de la emoción para orientarse, a modo de brújula, en cada situación, buscando aquellas situaciones que son favorables y alejándose de las desfavorables, es decir las emociones nos informan a nosotros mismos lo que nos gusta y lo que no nos atrae.
Nos preparan para actuar motivándonos hacia nuestros objetivos.
Las emociones nos aportan información continuamente de cómo estamos sintiendo lo que sucede.
Son tan variadas como una paleta de colores que, como en el cuadro de Kandinsky, iluminan nuestra vida.
Deje un comentario